Manuel Antonio sin masas

Todo el mundo que visita Manuel Antonio empieza por el sendero El Perezoso. Este sendero es el principal y por el que todos los guías comienzan. Es una buena manera de empezar el recorrido porque vas a estar expuesto a muchas especies de animales, como Osos Perezosos, Tucanes y Monos Cara Blanco e increíble diversidad de vegetación.

Siguiendo el sendero El Perezoso vas a llegar al restaurante, buen lugar para refrescarte y descansar antes de seguir. Desde aquí salen dos senderos, y es el lugar perfecto para “perder” un poco a esos grupos amplios de turistas. Normalmente el recorrido sigue por playa Manuel Antonio, por eso mi recomendación es tomar el sendero opuesto que va hacia playa Gemelas.  

Arena blanca y aguas cristalinas te esperan al llegar a esta maravilla muy poco replicable. Esta playa se divide en dos por una formación rocosa llena de vegetación, lo cual crea un espectáculo visual que impresiona hasta a los más viajados. Lo más genial de estos recorridos es que no tienes que sacrificar la exposición a la fauna, ya que está esparcida por todo el parque.

Más adelante los senderos se vuelven a unir y apareces en el restaurante, es entonces tu oportunidad de visitar el sendero playa Manuel Antonio que habíamos evitado y que probablemente esté mucho menos masificado. Por más transitado que sea, este sendero es imprescindible en el viaje. Está totalmente prohibido, pero los turistas les dan de comer a los animales, por lo que en este sendero se acercan mucho a los humanos.

Después de una hora en la playa Manuel Antonio, decidimos seguir la expedición por el sendero Punta Catedral. Este sendero es diferente porque hasta aquí no llega tanta gente y la sensación de conexión con la naturaleza es mucho mayor. Durante el recorrido hay varios miradores, desde ellos puedes ver playa Gemelas y si tienes suerte hasta ballenas

Al final del parque hay otro camino, playa Escapadilla Sur, sobre la playa, en el que sientes la fuerza de la naturaleza. Mientras paseas descalzo por su arena estás rodeado de selva, y es una sensación inigualable. Una vez terminas tu día tienes dos opciones, si sigues teniendo ganas de aventura existe el sendero Bahía 8, muy salvaje y un poco descuidado; pero si estás cansado o simplemente buscas algo más accesible te recomiendo volver por el mismo camino.

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