A tan solo hora y media de San José, en pleno Pacífico Central, se encuentra el Parque Nacional Carara, un lugar donde dos mundos se juntan: el bosque seco y el bosque húmedo. Esta condición lo convierte en el único bosque de transición del Pacífico Central y en un auténtico laboratorio natural de biodiversidad. Su nombre, “Carara”, proviene de la lengua indígena huetar y significa Río de lagartos, una pista clara de lo que os espera.
Carara
Información de reserva
Este destino aparece en 1 de nuestros circuitos:
- Super Naturaleza / 17 Días
Un paraíso para las aves
Carara es un referente para los amantes de la observación de aves. Entre sus habitantes más famosos destaca la lapa roja, un loro gigante de plumas rojas, amarillas y azules que vuela en parejas o pequeños grupos sobre el dosel del bosque. Su presencia, además de ser un espectáculo visual, simboliza la riqueza natural que este parque protege. Pero aquí no todo son aves: la combinación de humedales, ríos y manglares atrae cocodrilos, monos cariblancos, iguanas, ranas y mariposas de todos los colores.
Un parque para todosCarara fue el primer parque nacional de Costa Rica en contar con un sendero de acceso universal, diseñado para que personas con movilidad reducida puedan adentrarse en el bosque y disfrutar de su riqueza. Caminando por estos senderos os toparéis con gigantes vegetales como el cafecillo, el guapinol o el ceiba, testigos de siglos de historia natural. Su cercanía a la capital y ubicación sobre la Ruta Costanera lo hacen perfecto para una visita de un día o como parada estratégica en ruta hacia Jacó, Manuel Antonio o el sur del Pacífico.
Información práctica- Ubicación: Entre Turrubares y Garabito, a 90 km de San José. Entrada principal a 2 km al sur del puente sobre el río Tárcoles.
- Clima: Cálido y húmedo, con temperaturas medias entre 27 y 30 °C.
- Horario: Todos los días de 8:00h a 16:00h.
Mejor época: Todo el año; de diciembre a abril hay menos lluvia y más actividad de aves.
En pocas palabras: Carara es un parque que lo tiene todo en un espacio compacto, perfecto para familias, amantes de la fotografía y viajeros que buscan una dosis intensa de naturaleza sin alejarse demasiado de la capital. Aquí podréis escuchar el aleteo de las lapas rojas, el rugido lejano de los monos y el silencio denso de un bosque que conecta dos mundos.Descubre nuestro circuito Super Naturaleza, que incluye este destino.